domingo, 27 de junio de 2010

Niños consentidos y papás desesperados


Cuando los niños son aún mas pequeños, es decir bebes, a los padres se les hace difícil o les cuesta tolerar el llanto de sus hijos y por esa falta de tolerancia acaban dándole todo lo que ellos quieren sin tener en cuenta si lo merecen o no, si se están esforzando para lograrlo y mucho menos se piensa en las consecuencias que esto podría traer a largo plazo una de estas consecuencias es la agresividad Se pelean, imitan a sus héroes violentos, contestan, no obedecen y algunos padres desesperados ceden para evitar los conflictos.

Por ejemplo:

Laura, una niña de 2 años que va a tener un hermanito en unos meses. Su madre está embarazada y ha empezado a presentar episodios de pataletas cuando hasta ahora era una niña tranquila. Sus padres no saben cómo actuar. Cuando les toma por sorpresa este acto desprevenidos acaban cediendo, como el día que estaban de compras con la niña y sobre las 7 de la noche, justo antes de irse, al ofrecerle un a galleta empezó a decir "que no, que no...", llorando, que ella quería un helado. "¡La galleta NO!", gritaba y pataleaba. Su padre, para que se callara, fue a buscar un helado mientras su madre, muy nerviosa, no hacía más que disculparse. Cuando la niña tuvo el helado en la boca, se calló automáticamente. y asi van a lo largo de la infancia y llegar a la adolescencia y encontrarse con:

Los padres con niños consentidos, producen adolescentes agresivos.

Según el libro del psicólogo Kindlon en su libro “Les damos demasiado a nuestros hijos, pero les exigimos muy poco” habla de que hay casos muy comunes de padres que les han dado todo lo que los niños han querido desde su más tierna infancia. No había ninguna negativa a los caprichos de los niños por muy disparatados que fueran. Todo lo que querían, se lo daban inmediatamente, aunque los padres se lo tuvieran que quitar de la boca.

Los niños se han criado a todo lujo y con todos los caprichos resueltos. Ahora no hay quien aguante a esos adolescentes.
Castigos, reprimendas o recomendaciones no había ninguno, es mas, aunque hubieran hecho un desorden nunca les dejaban sin ir a buenos restaurantes. Veían todas las películas de estreno que los niños querían. Los padres creían que así les estaban educando en la libertad de elección. Las ropas y zapatos de marca los elegían los niños los conciertos, campamentos de verano, viajes con el colegio, viajes a visitar a familiares y otras gratificaciones eran lo normal, aunque hubieran tenido un mal comportamiento en casa y en el colegio. Ellos tenían que tener lo que los padres no habían podido tener.

Acosan continuamente a sus padres y chantajeándoles con las cosas más inverosímiles, desde pedir un regalo para no portarse mal en una futura reunión familiar o para no faltar a la escuela con excusas, pasando por exigir premios por el aprovechamiento en los estudios

Este autor plantea unas posibles soluciones:

  • Enseñar con el ejemplo: Muchos padres no han enseñado estas cosas a sus hijos por que para enseñarles hay que predicar con el ejemplo. Para transmitir valores hay que practicarlos previamente. Y si estaban llevando una vida desordenada moral, familiar y económicamente. ¿Cómo van a ensañar nada?
  • Respeto con los mayores: Si los padres ignoraban a los abuelos y hacían comentarios graciosos sobre ellos. ¿Que es lo que sus hijos iban a aprender?
  • Unidad familiar: Si los padres hacen cada uno lo que le apetece, procurando no coincidir en la casa, al alegar visitas a amigos o a familiares o compras urgentes. ¿Como iban a enseñar a sus hijos el concepto de unidad de una familia?
  • Orden: Si los padres son desordenados y tienen la casa desordenada, ¿Que es lo que pueden enseñar sobre ordenar las habitaciones a los hijos, los horarios y tareas escolares y familiares?
  • Economía: Si los padres no practican el concepto del ahorro familiar y gastan mas de lo que ganan, teniendo problemas con las deudas en las tarjetas de crédito. ¿Cómo les van a enseñar a los hijos a ser ahorradores y el valor de lo que cuestan las cosas?
  • Diferencias matrimoniales: Si los padres no negociaban sus conflictos matrimoniales en el silencio de su intimidad y siempre lo hacen a grito limpio en presencia de los hijos, van a dejar una huella indeleble de la forma de actuar en los enfados
  • Educación positiva: Basada en los siguientes pilares: Afecto y reconocimiento. Diálogo, escucha y compresión. Autoridad aplicada desde la competencia y la justicia.

Tal ves no sea la solución determinante pero puede ayudarte a llevar esta situación.



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